jueves, 23 de septiembre de 2010
El miedo al ajedrez como deporte
Ante la reciente eliminación del currículo de ajedrez en las escuelas públicas del país no cabe más que alzar nuevamente nuestra protesta. Con una política pública hacia la instrucción completamente errada, el mal llamado Departamento de “Educación” –bajo la dirección del otrora secretario y hoy día director de una junta inexistente, Carlos Chardón– comenzó prohibiendo las lecturas en undécimo grado de obras literarias de los siguientes autores: José Luis González, Carlos Fuentes, Edgardo Rodríguez Juliá, José Luis Vega y José Antonio Ramos. Como dijera en ese entonces el escritor e historiador puertorriqueño Mario R. Cancel, la censura demuestra el poder del censor, pero nos presenta cuáles son sus “miedos, pesadillas y su flaqueza”. Jorge Colón, director del Programa de Educación Física del DE, nos ha dejado claro su miedo. El ajedrez ha sido reconocido como deporte en 98 países, incluyendo 17 de nuestro continente. El Comité Olímpico Internacional ha acogido al ajedrez en el llamado “Movimiento Olímpico” al comprobar que se cumplen a cabalidad las normas de no discriminación. Además, el espíritu del ajedrez concuerda por completo con el espíritu del segundo principio del Olimpismo como “[…] filosofía de la vida que exalta y combina en un conjunto equilibrado las cualidades del cuerpo, la voluntad y el espíritu”. Y si como dice Jorge Colón su principal preocupación con el ajedrez es que promueve el sedentarismo y la obesidad, no hay más que recordarle que en los tiempos en que Anatoli Kárpov y Garry Kaspárov se enfrentaron por el Campeonato del mundo, el primero llegó a perder hasta 10 kilos de peso, demostrando que el sistema nervioso y cardiovascular sufren desgaste en las competiciones de élite. Entonces, ¿cuál es el miedo del Sr. Colón? El miedo es que los niños aprenderán a través de la estrategia a hacerle un jaque al rey.
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