sábado, 17 de marzo de 2012

Del oscurantismo medieval a la derechona religiosa actual: algunos apuntes sobre sexualidad (el deseo, el cuerpo y el objeto)

            El martes, 13 de marzo la sociedad puertorriqueña se sintió rebosada de satisfacción espiritual ante la irrupción de un dúo moralista compuesto por la senadora Itzamar Peña y el pastor Carlos Sánchez. En horas de la tarde, y para añadir más placer a la lectura de los medios electrónicos del país, se sumaron a ese fiestón de delectación Yiye Ávila, la senadora Rashke y el magno presidente de la Cámara de los Senadores, el senador Rivera Shatz. En ese orden, más o menos, me fueron llegando las impresiones de estos baluartes de la ridiculez sobre la reconocida visita de Alejandro García Padilla, candidato a la gobernación por el PPD, a “The Champ Arcade” en Seattle, Washington y sobre el “bautismo” de un salón de conferencias del Senado con el nombre de Yiye Ávila.
            Sobre el primer caso, cabe destacar que esto surge una vez más como resultado de la credibilidad que los políticos, como el mismo AGP, y la sociedad puertorriqueña siguen brindando a Kobbo Santarrosa y su programa. El “escándalo” surge a raíz de la filtración y revelación de un recibo de la tarjeta de crédito de AGP en la cual se mostraba un cargo por $47,25 en el local “The Champ Arcade”. En este local, al parecer operan tanto un club de bailarinas, como un “sex shop”. Alejandro García Padilla dijo que había ido al “sex shop” a comprar un regalo para su esposa —con su dinero— mientras visitaba la ciudad para recibir un premio por su gestión como secretario del DACO en el año 2006. Hasta ahí todo normal. Claro, cabría preguntarnos si su gestión en DACO no era más que un esquema de lanzamiento al estrellato y si el desempeño de un secretario de este tipo de agencia debe ser premiado; y en todo caso por quién y para qué. Al fin y al cabo, los secretarios de agencia tampoco deberían estar recibiendo premios por lo que es su trabajo y mucho menos cuando aún ocupan el cargo. Nadie preguntó por eso; Itzamar y Carlos se encargaron de esclarecernos cuáles son los debates que deben predominar en la cosa pública.
            En declaraciones anotadas por Primera Hora, la senadora Itzamar Peña fue capaz de conectar la esencia del moralismo medieval cristiano con el derechismo religioso y providencial del cual alarde el anexionismo-neocon actual.[1] Dijo la Sra. Peña: “Alejandro García Padilla está totalmente descalificado para ocupar cualquier posición electiva ahora y en un futuro porque si queremos que nuestra juventud practique los mejores valores morales y cristianos no podemos tolerar a personas que vengan al gobierno a dar mal ejemplo a nuestra niñez y le falten el respeto a la mujer puertorriqueña”. Yo quisiera que la senadora nos especificara en qué parte de nuestro ordenamiento constitucional, jurídico, del código civil y político habla de que es parte del trabajo público promover “los mejores valores morales y cristianos”. También quisiera que especificara en qué sentido ir a un “sex shop” es dar un “mal ejemplo a la niñez” y “faltarle el respeto a la mujer puertorriqueña”. Además, ella desde una posición de juez de lo moral, se toma la potestad de dar por un hecho que es posible descalificar, ahora y en el futuro, a AGP por visitar un “sex shop”. Como si no fuera poco, añade la senadora: “Es insólito que García Padilla diga que gastó $47,25 en el negocio Champ Arcade en la ciudad de Seattle para comprarle un regalo a su esposa cuando en ese mismo lugar aparecen letreros que dicen que 'siempre abierto, nunca vestidas' en clara referencia a bailes de chicas en vivo que el candidato del Partido Popular no ha podido explicar y qué tipo de regalo fue el que supuestamente compró para su esposa en una falta de manipulación de la imagen de su cónyuge para ocultar su falta de carácter y de moral. Alejandro García Padilla, si le queda algo de seriedad y respeto a la mujer puertorriqueña, debe presentar hoy mismo su renuncia a la candidatura a la posición más alta del gobierno de Puerto Rico por el bien de la paz, el respeto a la mujer y a la sociedad de valores cristianos en que vivimos”.
           Respiro hondo y me pregunto por qué nadie de los medios de comunicación ha ido a preguntarle en qué consiste la falta de carácter de AGP, por qué quiere saber qué tipo de regalo le hizo a su esposa o cuántas chicas/os desnudas vio, de qué manera AGP obstaculizó la paz y el respeto a la mujer y qué valores cristianos son lo que predominan en nuestra sociedad. Sé que AGP, como todo buen político del patio también se escuda en estos supuestos valores de la cristiandad y por eso él también es parte del juego de mezclar las prácticas religiosas personales con el ámbito de lo público. Se pasan hablando de sus deidades, cuando deben estar hablando de escuelas, salud, economía. Si quieren hablar de sus deidades y de los valores cristianos métanse a sus templos o funden uno y así se enajenarán más de la sociedad de lo que ya están. Pero, en todo caso, si AGP no está capacitado para ser el gobernador del gobierno colonial, en ningún caso es por haber ido a un “sex shop ”.
            Pero Itzamar, no se quedó sola. Tuvo que venir el criminal y promotor del odio, Carlos Sánchez a completar la labor de animadversión. Dijo el Sr. Sánchez en relación a AGP: “Alejandro García Padilla debe renunciar. Esos productos sexuales que sustituyen la natural relación entre un hombre y una mujer por depravaciones de todo tipo conducen al pecado y a la condenación. Quién sabe si hasta usa esos productos de homosexuales y los introduce por su ano o el de su inmoral espora. ¿Acaso no es suficiente machito para complacer a su mujer?”
             Hay que respirar hondo nuevamente para que el deseo de enviarlo a un gulag de reinserción social o de clavarle un piolet en la chola no te domine. Esos cuentos del pecado y la condenación están desfasados. ¿Pretende este señor imponer el miedo con esos cuentos de hadas? ¿De dónde saca que los objetos sexuales son de homosexuales? Y si lo fueran, ¿qué pasa? ¿Si introduce un vibrador o unas bolas chinas por su ano o el de su mujer en qué lo perjudica a él o la sociedad en su conjunto? Desde los comienzos de la humanidad, el deseo y el sexo han estado acompañados de prácticas que van más allá de un pene y una vagina. Hay felaciones, cunnilingus, masturbaciones, sexo anal, diferentes configuraciones de parejas sexuales y una infinidad de objetos que nos acompañan como fetiches o no, entre muchísimas características y prácticas que darían para escribir volúmenes enciclopédicos.


            Estos guerreros de una moral desfasada en los rincones más oscuros del medioevo no saben nada del deseo, el cuerpo y mucho menos de las representaciones de la sexualidad a lo largo de la historia. Tuvieron una niñez reprimida y llena de culpa por todas las masturbaciones y pornografía que vieron a escondidas. Deben empezar a reconocer que sus descalificaciones no tendrán lugar en un país libre. No queremos machitos que satisfagan a sus mujeres. Carlos Sánchez e Itzamar son dos representantes del odio y la estupidez humana ligada al poder patriarcal y antisexual de la religión. Esa misma religión que durante años se dedicó al asesinato, a la violencia, a la humillación y a la castración de niños.
            Para rematar la tarde vino el anuncio de la senadora Rashke y el senador Rivera Shatz sobre la resolución que nombraba un salón del edificio anexo al Senado como Salón de Conferencias José Joaquín “Yiye” Ávila.[2] Este señor, otro predicador del odio y la estupidez humana, es el que dice que la mujer no puede usar pantalones (ver vídeo más abajo). Pero para nuestros ilustres senadores: “Nuestra isla es tierra de grandes pensadores, políticos, hombres y mujeres ilustres que con sus gestiones colocan a Puerto Rico en alto” [siempre en alto]. También hay hombres dedicados a sembrar esperanza en donde no la hay y a llevar un mensaje de fe y amor. Ese es Yiye Ávila.” Añade: “Yiye es un puertorriqueño que representa los valores de nuestra tierra.” ¿Y quién se ha creído esta señora para decir cuáles son lo valores de "nuestra tierra"? Yo me quedo asombrado con todos aquellos críticos, que con cierta razón señalaban algunas posturas del nacionalismo hispanófilo que pretendía homogeneizar al país, pero que callan ante estas disparatadas declaraciones de tipo totalitario. Yiye no representa los valores de muchos y muchas puertorriqueñas. Es un predicador del odio que se ha dedicado a denigrar a las personas por sus preferencias sexuales y a predicar el machismo como modelo social. Mucho menos ha logrado trascendencia más allá de su adorada “cajita del diablo”. Unos piensan y otros, como sugiere Mari Narváez en su nota, están al nivel de Yiye; algo del más allá. Por unos cuantos votos unos se venden a Yiye, otros a Aarón y otros a Ratzinger.

 


[1] Primera Hora, Itzamar Peña pide a Garcia Padilla que se retire por acudir a “sex shop”, http://www.primerahora.com/itzamarpenapideagarciapadillaqueseretireporacudirasexshop-624345.html
[2] El Nuevo Día, Predicador Yiye Ávila tiene un salón de conferencias en el Senado, http://www.elnuevodia.com/predicadoryiyeavilatieneunsalondeconferenciasenelsenado-1211731.html y Mari Mari Narváez, Salamaya, http://www.elnuevodia.com/columna-salamaya-1213532.html

jueves, 15 de marzo de 2012

Rick Santorum en Puerto Rico y el inglés como requisito para la anexión

While Puerto Rico continues to be as it is, a colony of a metropolitan power that speaks a different tongue, the language dilemma will never have definitive solution.
-René Marqués


Mi lengua, la única que escucho hablar
y me las arreglo para hablar, es la lengua del otro
.
-Jacques Derrida

            Desde la década de los noventa mucho se ha debatido y analizado sobre el carácter hispanófilo de la resistencia nacionalista en Puerto Rico. Algunos intelectuales como Luce López-Baralt declararon que había que “establecer diferencias entre los puertorriqueños de la Isla y los emigrantes angloparlantes y culturalmente asimilados en Estados Unidos”.[1] Nada más lejos de la realidad. El inglés ha sido y también es parte de nuestra resistencia anticolonial. ¿Qué mejor que ejemplo que la subversiva novela escrita en español por el filipino José Rizal en 1887: Noli me tangere?[2]
            La visita y las expresiones de Rick Santorum, precandidato republicano a la presidencia de Estados Unidos, dan pie a que se reactive el debate sobre la identidad y el lenguaje como elementos de la lucha anticolonial.[3] Por supuesto, que esto debe hacerse sin recurrir a las exclusiones o al puritanismo hispanófilo que muchos profesan con el propósito de anclarse en una lucha que no trascienda hacia el carácter político; muchas veces transformándose en aliados del nacionalismo institucionalizado por el ELA. Santorum, con la característica prepotencia del político imperialista que visita al territorio colonizado, además de buscar dinero y participar del espectáculo de una primaria que no tiene ninguna trascendencia en la vida política del país, ha dicho muchas cosas que merecen ser analizadas.
            Lo primero que ha dicho en una entrevista con El Vocero ha sido lo siguiente: “Hablar inglés es un requisito. Es un requisito para otros estados y es un requisito para ser parte de la unión. Si quieres participar como estado, en unión a Estados Unidos, necesitas participar en el idioma que la gente habla en los estados”.[4] Entonces yo me pregunto, ¿cuál es su propuesta para comprobar que los puertorriqueños no sólo dominan el idioma, sino que son fluidos en él? ¿Nos examinarán antes de proceder a tan siquiera aprobar un proyecto de incorporación territorial o de anexión federal? ¿Habrá una policía política dedicada a velar que hablemos inglés “bien” en las “instancias oficiales”? Sí, porque para colmo y de forma descarada, el imperialista viene a decirnos, con la tierna sabiduría que le confiere el poder paternal metropolitano que el inglés “es el idioma del éxito” y que de todos modos podríamos seguir hablando español en “nuestras casas y negocios”.
            Esto último, me trajo al recuerdo aquella declaración que hiciera el ex presidente de gobierno de España, José María Aznar, cuando afirmó que él hablaba catalán “en la intimidad” de “círculos no tan amplios”.
             
           ¿Eso es lo que quiere Santorum para nuestro español? ¿Qué lo hablemos en los círculos íntimos porque hablarlo en la calle representa una afrenta a la federación anglosajona? ¡Por favor, pero si el gobierno federal nunca ha aprobado legislación alguna que establezca que el inglés es el idioma oficial de la federación! Nuestra legislación reconoce la oficialidad de ambos idiomas, pero aun así esto no parece importarle a Santorum contestando: “sí y no”.
            El dominio del lenguaje inglés no representa una barrera para el desarrollo de nuestro país. Lo que sí representa un obstáculo es el carácter imperialista de la imposición, de querer infravalorar nuestro acervo cultural tanto en español, como en nuestro inglés a lo Pedro Pietri, Julia de Burgos, a lo Rafael Cancel Miranda, entre otros tantos. Además un discurso desde la mentira de que hay leyes que requieren el inglés para anexar un territorio, retrata su ignorancia en cuanto a la historia de su propio país como la del nuestro. El problema para la anexión, y esto a lo mejor lo tiene más claro, son otros de mayor escala. Por ejemplo, nuestra cultura de tradición hispano-africana-taína nos abre paso a un mundo de identidades que nos acercan más a nuestros vecinos caribeños y latinoamericanos. Puerto Rico es una nación latinoamericana y Estados Unidos nunca pudo quebrantar el deseo de seguir expresándonos en español. Los cuentos de Abelardo Díaz Alfaro y el maestro Peyo Mercé así lo atestiguan. 

           
           La República de Puerto Rico debe de reconocer la importancia de dominar varios lenguajes para el desarrollo económico y cultural del país. No sólo se fomentará el aprendizaje del inglés, sino que se podrá trabajar con la especialización de otros lenguajes que nos abran las puertas a otros espacios de comunicación con el resto del mundo. Los lenguajes en manos de mujeres y hombres libres nunca representarán una barrera. Para Santorum y el imperialismo yanqui, sí.
            El precandidato, en búsqueda de buenas vacaciones, 20 votos y algún dinero, habla de los requisitos para la anexión, pero no habla de la irresponsabilidad del Congreso y todas las instancias federales en iniciar un proceso descolonizador en el que se provean las condiciones, si es que están de verdad dispuestos a admitir la anexión de Puerto Rico a la federación, para que se proceda a iniciar el proceso.[5] En eso no se diferencia del amo presidente guerrerista, el Sr. Obama. Dice tiene que ser un mandato “claro y decisivo”. ¿Pero cuánto? Lo que pasa es que no está dispuesto a reconocer que al Congreso lo que verdaderamente le interesa es mantener de forma perpetua el estatus colonial porque así es como el imperio saca provecho económicamente de nuestro territorio. Esto sin añadir la larga lista de intereses imperialistas en la región del Caribe desde la misma fundación de la república estadounidense.
            En fin, uno esperaría una respuesta del movimiento anexionista, pero siempre recurren a arrodillarse ante al amo cual cipayos fueran. Uno esperaría más militancia y enfrentamiento aunque fuera al estilo barbosista; pero algo al fin.


[1] “Palabras preliminares”, en Esteban López Giménez, Crónica del 98: el testimonio de un médico puertorriqueño. Madrid, Ediciones Libertarias, 1998, p. 23.
[2] Anderson, B. Bajo tres banderas: anarquismo e imaginación anticolonial, Akal, Madrid, 2008.
[5] En el 1989, el proyecto de los Senadores federales Johnston (D-LA) y McClure (R-ID) propuso legislación para aceptar la anexión con ambos idiomas oficiales y hasta con Comité Olímpico. Por esas y otras razones, el proyecto, después de tres años de vistas en varios comités, quedó sin ser aprobado.