Sobre el
primer caso, cabe destacar que esto surge una vez más como resultado de la
credibilidad que los políticos, como el mismo AGP, y la sociedad puertorriqueña
siguen brindando a Kobbo Santarrosa y su programa. El “escándalo” surge a raíz
de la filtración y revelación de un recibo de la tarjeta de crédito de AGP en la cual se mostraba
un cargo por $47,25 en el local “The Champ Arcade”. En este local, al parecer operan
tanto un club de bailarinas, como un “sex shop”. Alejandro García Padilla dijo
que había ido al “sex shop” a comprar un regalo para su esposa —con su dinero— mientras
visitaba la ciudad para recibir un premio por su gestión como secretario del
DACO en el año 2006. Hasta ahí todo normal. Claro, cabría preguntarnos si su gestión en DACO no era más que un esquema de lanzamiento al estrellato y si
el desempeño de un secretario de este tipo de agencia debe ser premiado; y en
todo caso por quién y para qué. Al fin y al cabo, los secretarios de agencia
tampoco deberían estar recibiendo premios por lo que es su trabajo y mucho
menos cuando aún ocupan el cargo. Nadie preguntó por eso; Itzamar y Carlos se
encargaron de esclarecernos cuáles son los debates que deben predominar en la
cosa pública.
En declaraciones
anotadas por Primera Hora, la senadora
Itzamar Peña fue capaz de conectar la esencia del moralismo medieval cristiano
con el derechismo religioso y providencial del cual alarde el
anexionismo-neocon actual.[1]
Dijo la Sra. Peña: “Alejandro García Padilla está totalmente descalificado para
ocupar cualquier posición electiva ahora y en un futuro porque si queremos que
nuestra juventud practique los mejores valores morales y cristianos no podemos
tolerar a personas que vengan al gobierno a dar mal ejemplo a nuestra niñez y
le falten el respeto a la mujer puertorriqueña”. Yo quisiera que la senadora
nos especificara en qué parte de nuestro ordenamiento constitucional, jurídico,
del código civil y político habla de que es parte del trabajo público promover “los
mejores valores morales y cristianos”. También quisiera que especificara en qué
sentido ir a un “sex shop” es dar un “mal ejemplo a la niñez” y “faltarle el
respeto a la mujer puertorriqueña”. Además, ella desde una posición de juez de
lo moral, se toma la potestad de dar por un hecho que es posible descalificar, ahora
y en el futuro, a AGP por visitar un “sex shop”. Como si no fuera poco, añade la
senadora: “Es insólito que García Padilla diga que gastó $47,25 en el negocio
Champ Arcade en la ciudad de Seattle para comprarle un regalo a su esposa
cuando en ese mismo lugar aparecen letreros que dicen que 'siempre abierto,
nunca vestidas' en clara referencia a bailes de chicas en vivo que el candidato
del Partido Popular no ha podido explicar y qué tipo de regalo fue el que
supuestamente compró para su esposa en una falta de manipulación de la imagen
de su cónyuge para ocultar su falta de carácter y de moral. Alejandro García
Padilla, si le queda algo de seriedad y respeto a la mujer puertorriqueña, debe
presentar hoy mismo su renuncia a la candidatura a la posición más alta del
gobierno de Puerto Rico por el bien de la paz, el respeto a la mujer y a la
sociedad de valores cristianos en que vivimos”.
Respiro hondo y me pregunto por qué nadie de los medios de comunicación ha ido a preguntarle en qué consiste la falta de carácter de AGP, por qué quiere saber qué tipo de regalo le hizo a su esposa o cuántas chicas/os desnudas vio, de qué manera AGP obstaculizó la paz y el respeto a la mujer y qué valores cristianos son lo que predominan en nuestra sociedad. Sé que AGP, como todo buen político del patio también se escuda en estos supuestos valores de la cristiandad y por eso él también es parte del juego de mezclar las prácticas religiosas personales con el ámbito de lo público. Se pasan hablando de sus deidades, cuando deben estar hablando de escuelas, salud, economía. Si quieren hablar de sus deidades y de los valores cristianos métanse a sus templos o funden uno y así se enajenarán más de la sociedad de lo que ya están. Pero, en todo caso, si AGP no está capacitado para ser el gobernador del gobierno colonial, en ningún caso es por haber ido a un “sex shop ”.
Respiro hondo y me pregunto por qué nadie de los medios de comunicación ha ido a preguntarle en qué consiste la falta de carácter de AGP, por qué quiere saber qué tipo de regalo le hizo a su esposa o cuántas chicas/os desnudas vio, de qué manera AGP obstaculizó la paz y el respeto a la mujer y qué valores cristianos son lo que predominan en nuestra sociedad. Sé que AGP, como todo buen político del patio también se escuda en estos supuestos valores de la cristiandad y por eso él también es parte del juego de mezclar las prácticas religiosas personales con el ámbito de lo público. Se pasan hablando de sus deidades, cuando deben estar hablando de escuelas, salud, economía. Si quieren hablar de sus deidades y de los valores cristianos métanse a sus templos o funden uno y así se enajenarán más de la sociedad de lo que ya están. Pero, en todo caso, si AGP no está capacitado para ser el gobernador del gobierno colonial, en ningún caso es por haber ido a un “sex shop ”.
Pero
Itzamar, no se quedó sola. Tuvo que venir el criminal y promotor del odio,
Carlos Sánchez a completar la labor de animadversión. Dijo el Sr. Sánchez en relación a
AGP: “Alejandro García Padilla debe renunciar. Esos productos sexuales que
sustituyen la natural relación entre un hombre y una mujer por depravaciones de
todo tipo conducen al pecado y a la condenación. Quién sabe si hasta usa esos
productos de homosexuales y los introduce por su ano o el de su inmoral espora.
¿Acaso no es suficiente machito para complacer a su mujer?”
Hay que respirar hondo nuevamente para que el deseo de enviarlo a un gulag de reinserción social o de clavarle un piolet en la chola no te domine. Esos cuentos del pecado y la condenación están desfasados. ¿Pretende este señor imponer el miedo con esos cuentos de hadas? ¿De dónde saca que los objetos sexuales son de homosexuales? Y si lo fueran, ¿qué pasa? ¿Si introduce un vibrador o unas bolas chinas por su ano o el de su mujer en qué lo perjudica a él o la sociedad en su conjunto? Desde los comienzos de la humanidad, el deseo y el sexo han estado acompañados de prácticas que van más allá de un pene y una vagina. Hay felaciones, cunnilingus, masturbaciones, sexo anal, diferentes configuraciones de parejas sexuales y una infinidad de objetos que nos acompañan como fetiches o no, entre muchísimas características y prácticas que darían para escribir volúmenes enciclopédicos.
Hay que respirar hondo nuevamente para que el deseo de enviarlo a un gulag de reinserción social o de clavarle un piolet en la chola no te domine. Esos cuentos del pecado y la condenación están desfasados. ¿Pretende este señor imponer el miedo con esos cuentos de hadas? ¿De dónde saca que los objetos sexuales son de homosexuales? Y si lo fueran, ¿qué pasa? ¿Si introduce un vibrador o unas bolas chinas por su ano o el de su mujer en qué lo perjudica a él o la sociedad en su conjunto? Desde los comienzos de la humanidad, el deseo y el sexo han estado acompañados de prácticas que van más allá de un pene y una vagina. Hay felaciones, cunnilingus, masturbaciones, sexo anal, diferentes configuraciones de parejas sexuales y una infinidad de objetos que nos acompañan como fetiches o no, entre muchísimas características y prácticas que darían para escribir volúmenes enciclopédicos.
Estos
guerreros de una moral desfasada en los rincones más oscuros del medioevo no
saben nada del deseo, el cuerpo y mucho menos de las representaciones de la
sexualidad a lo largo de la historia. Tuvieron una niñez reprimida y llena de
culpa por todas las masturbaciones y pornografía que vieron a escondidas. Deben
empezar a reconocer que sus descalificaciones no tendrán lugar en un país
libre. No queremos machitos que
satisfagan a sus mujeres. Carlos Sánchez e Itzamar son dos representantes
del odio y la estupidez humana ligada al poder patriarcal y antisexual de la
religión. Esa misma religión que durante años se dedicó al asesinato, a la
violencia, a la humillación y a la castración
de niños.
Para
rematar la tarde vino el anuncio de la senadora Rashke y el senador Rivera
Shatz sobre la resolución que nombraba un salón del edificio anexo al Senado
como Salón de Conferencias José Joaquín “Yiye” Ávila.[2]
Este señor, otro predicador del odio y la estupidez humana, es el que dice que
la mujer no puede usar pantalones (ver vídeo más abajo). Pero para nuestros ilustres senadores: “Nuestra
isla es tierra de grandes pensadores, políticos, hombres y mujeres ilustres que
con sus gestiones colocan a Puerto Rico en alto” [siempre en alto]. También hay
hombres dedicados a sembrar esperanza en donde no la hay y a llevar un mensaje
de fe y amor. Ese es Yiye Ávila.” Añade: “Yiye es un puertorriqueño que
representa los valores de nuestra tierra.” ¿Y quién se ha creído esta señora
para decir cuáles son lo valores de "nuestra tierra"? Yo me quedo asombrado con
todos aquellos críticos, que con cierta razón señalaban algunas posturas del
nacionalismo hispanófilo que pretendía homogeneizar al país, pero que callan
ante estas disparatadas declaraciones de tipo totalitario. Yiye no representa los valores de muchos
y muchas puertorriqueñas. Es un predicador del odio que se ha dedicado a
denigrar a las personas por sus preferencias sexuales y a predicar el machismo
como modelo social. Mucho menos ha logrado trascendencia más allá de su adorada
“cajita del diablo”. Unos piensan y otros, como sugiere Mari Narváez en su
nota, están al nivel de Yiye; algo del más allá. Por unos cuantos votos
unos se venden a Yiye, otros a Aarón y otros a Ratzinger.
[1]
Primera Hora, Itzamar Peña pide a Garcia
Padilla que se retire por acudir a “sex shop”, http://www.primerahora.com/itzamarpenapideagarciapadillaqueseretireporacudirasexshop-624345.html
[2]
El Nuevo Día, Predicador Yiye Ávila tiene
un salón de conferencias en el Senado, http://www.elnuevodia.com/predicadoryiyeavilatieneunsalondeconferenciasenelsenado-1211731.html
y Mari Mari Narváez, Salamaya, http://www.elnuevodia.com/columna-salamaya-1213532.html