Para todos los vendedores y vendedoras del DF,
que buscan algo mejor y que siempre tienen
cosas de novedad; y porque te alegran el día con
su forma de anunciar sus productos a la moda.
que buscan algo mejor y que siempre tienen
cosas de novedad; y porque te alegran el día con
su forma de anunciar sus productos a la moda.
Damita, caballero, aquí les traigo las pastillas Orbit. Las mismas son para refrescar la boca, garganta y matar los gérmenes que provocan el mal aliento. Las 14 pastillas Orbit vienen en un cómodo formato de cartera. Lléveselas; cinco pesos le valen, cinco pesos le cuesta.
Damita, caballero, jóvenes, aquí les traigo un bolígrafo de novedad, a la moda, de punta fina y con tinta negra. Aprovéchelo, tiene mapa de la red de Metro de la Ciudad de México, para mejor ubicación. Bolígrafo de novedad, bolígrafo a la moda, cinco pesos le vale, cinco pesos le cuesta.
Damita, caballero, aquí les traigo el libro de las tradiciones que se han ido perdiendo. Llévatelo, 10 pesos le vale, diez pesos le cuesta. Cien relatos relacionados con la tradición del culto a los queridos difuntos, historias de la muerte, chistes de la muerte... Diez pesos le vale, diez pesos le cuesta.
Llévate el delicioso cacahuate, la bolsa de papas, los chicharrones. Mata esa hambre. Cinco pesos le vale, cinco pesos le cuesta.
Damita, caballero, hoy le traigo a la venta esta pomada para labios resecos, labios partidos, labios que no se quieren ni ellos mismos. La llevo en los deliciosos sabores de coco, cereza y naranja. Cuídelos, páseles estas suaves pomadas y sentirá cómo a sus labios vuelven la vida. Deliciosos sabores; cinco pesos le vale, cinco pesos le cueeesta.
Uh, uh. Damita, caballero con garganta reseca, garganta carrasposa, garganta ronca, hoy le traigo las auténticas pastillas Halls. Llévelas en los sabores de miel, miel con limón y yerba buena. Refrescarán su garganta. Cinco pesos le valen, cinco pesos le cuestan.
Aquí, damita le traigo el papalote volador para que haga feliz a su niño (de repente un papalote cae en mi zapatilla). Cinco pesos le vale, cinco pesos le cuesta. ¡Mire, mire que bonito, mire cómo vuela! Una auténtica ave. Cinco pesos le vale, cinco pesos cuesta.
Frente al Auditorio Nacional: Damita, caballero, lléveselos son los auténticos binoculares, con los que verá más. Treinta pesos le valen, treinta pesos le cuestan. Los originales, con los que verá más a Norita. Aprovéchelos para el concierto. Treinta pesos le valen, treinta pesos le cuestan.
Hoy descubrí que ando muy obsesionado con el “cinco pesos le vale, cinco pesos le cuesta”. Ya lo escucho a todas horas y de repente, mientras camino por alguna parte de la ciudad, me encuentro repitiendo ese cántico de auténtico, original, novedoso, entusiasta y siempre a la moda, vendedor.
genial!
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